A ver, no me malinterpretéis, no llaméis al psiquiátrico ni nada.
Sé perfectamente que no hay tres señores con barba y en camello que entran por la noche en las casas dejando regalos, vale?
Pero creo en la magia, la ilusión, la emoción, todas esas sensaciones que despiertan estos personajes "fantásticos".
Os invito a un recorrido a mi infancia.
Cuando era pequeña, un día (como todos los niños) llegué a casa preguntando si era verdad que los reyes eran los padres.
Yo no recuerdo esa conversación, solo se lo que me han contado mis padres.
Pero sé que yo no tengo el recuerdo de haber descubierto la verdad oculta detrás del día de reyes.
Yo he creído siempre en ese día como algo único, mágico y especial gracias a esa conversación que no recuerdo con mis padres.